Yo, por mi parte, me he desquitado también. Y es que las ´últimas carreras habían sido un desastre. Incluso las de 5k. Pero bueno, de eso hablo otro rato.
Lo primero: la carrera. Mi objetivo era bajar de 45 minutos, aunque sea por poco. La última vez que había corrido peté y me salieron más de 47. Fue la carrera ponle freno y parecía justo eso: que iba con el freno echado. Eran dos vueltas de 5k. La primera bien, pero en la segunda no había forma de aguantar el ritmo.
Así que esta me la planteé con calma. Salir a 4:30 y a partir del km 5 o del 6 aumentar el ritmo. Y la verdad es que fui bien. Los kilómetros iban cayendo apenas unos segundos por debajo, suficiente. Un poco más adelante estaba el avituallamiento, cogí una botella, pasé el agua a una de esas flexibles (para llevarla toda la carrera, por eso estoy haciendo el pavo en la foto) y ahí empecé la carera de verdad. Realmente, lo único que hice fue fijarme un poco más en la técnica: estirar bien el cuerpo, arriba rodillas, fijarme en estirar la pierna, sentir la tracción en el pie y poco más. A ver, tampoco nada espectacular, pero empecé a rodar a 4:20 aprox. Bueno, eso lo he sabido luego. En la carrera creo que lo he comentado alguna vez: yo corro con cronómetro: sobre todo estas que están medidas. Así que solo sabía que en cada kilómetro le estaba sacando unos 5 segundos a mi objetivo. Al llegar al km 9 lo convertí en dos vueltas a la pista: con calma, que se hace largo. Al girar ya a la Alameda aumenté un puntito la velocidad y al pasar el cartel de 200 ya el resto, sin esprintar, que esos son muchos metros, no estaba para muchos más trotes y ya sabía que slo había conseguido, así que tampoco era precís ;-)
El resultado: acabada en 44:16, a 4:24 min/km. He vuelto a la casilla de salida cuatro años después :_( Como tirados a la basura. Es prácticamente el mismo tiempo que hice en mi primera 10k, en el 2017, y muy lejos de mis mejores tiempos solo un año después, (el Pas Ras de diciembre del 2018 y la 10k del 2019 en enero) cuando llevaba entrenado solo 6 meses. Pero bueno, paciencia y poco a poco a ir recuperando. Realmente, he empezado a entrenar en serio en septiembre, porque antes como la mascarilla era obligatoria en la UPV (mejor no preguntes), seguía los entrenamientos por mi cuenta, pero no es lo mismo, ni de lejos.
En las próximas semanas me espera la media maratón (me estreno, ya os contaré), la 15K abierta al mar, el 33 Pas Ras y ya listos para la siguiente edición de la 10k Valencia, a ver si es en enero.
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